Salud Mental Perinatal
Porque cuidar de ti también es cuidar de tu bebé
La salud mental perinatal abarca el bienestar emocional, psicológico y social de las mujeres desde el deseo de concebir, durante el embarazo, el parto y el posparto, hasta el primer año de vida del bebé (o más).
En esta etapa tan intensa pueden aparecer miedos, tristeza, culpa, ansiedad o una sensación de estar desbordada. La terapia perinatal ofrece un espacio seguro para comprender lo que te pasa, validarte y acompañarte con cuidado, sin juicios ni exigencias.
¿Qué tipo de dificultades se trabajan en esta especialidad?
- Ansiedad o depresión durante el embarazo o posparto
- Dificultades para vincularse con el bebé
- Sentimientos de culpa, soledad o frustración
- Cambios en la relación de pareja tras la maternidad
- Duelo gestacional o perinatal
- Partos traumáticos o con intervenciones no deseadas
- Miedo al parto o al posparto
- Trastornos del sueño, agotamiento físico y emocional
- Conflictos internos entre el ideal de madre y la vivencia real
¿Qué tipo de terapia utilizamos?
Trabajo desde un enfoque cognitivo-conductual con perspectiva de género, incorporando herramientas de validación emocional, terapia narrativa, técnicas de regulación y, cuando es necesario, el acompañamiento del duelo.
En función de tus necesidades, el proceso puede incluir:
- Espacio para hablar sin culpa de lo que estás viviendo
- Psicoeducación emocional sobre cambios hormonales y mentales en la maternidad
- Estrategias para el manejo de la ansiedad y la tristeza
- Revisión de creencias sobre la maternidad y la exigencia
- Acompañamiento individualizado en procesos de duelo, trauma o parto difícil
- Tú marcas el ritmo. Estoy aquí para acompañarte sin presión, desde el cuidado y el respeto.
Datos relevantes sobre la salud mental perinatal:
Opiniones de los clientes
“Sentía que no estaba hecha para ser madre. Hablar de esto en terapia me ayudó a entender que no estaba sola ni rota.”
— María, 36 años
“Tuve un parto muy difícil y no podía contárselo a nadie sin llorar. La terapia fue el primer lugar donde me sentí escuchada de verdad.”
— Elena, 32 años
“Después de perder a mi bebé, no sabía cómo seguir adelante. Victoria me acompañó en ese duelo con tanta humanidad que no me sentí sola.”
— Nuria, 39 años

